La pandemia del Covid ha ayudado a acelerar el uso de las herramientas digitales en las empresas, pero eso no quiere decir que el proceso de transformación digital se haga de forma correcta.
Según un estudio de Informática Industrial, realizado en una muestra de Pymes del Vallés, lo más importante es planificar de forma correcta lo que se desea transformar, comunicar internamente por qué son necesarios esos cambios y conocer muy bien que beneficios se esperan para cada área de la empresa.
Y, en este proceso, es necesario analizar todos los resultados que se vayan obteniendo para poder valorarlos con indicadores claros y así poder saber si el proceso que se está realizando es el que se deseaba o no.
Y estos indicadores los podemos resumir en:
El tiempo que comporta este cambio
Debemos evaluar si se están cumpliendo los plazos que se proveyeron inicialmente o no. En caso de que se produzcan atrasos debemos averiguar cuáles son las causas que han incidido para intentar resolverlas. No es lo mismo detectar un problema técnico que una reticencia del personal para adoptar un nuevo proceso.
Integración de la estrategia digital con la de la empresa
No se pude abordar una transformación digital sin asumir que ello comportará cambios en la cultura y en el modo de trabajar de la empresa. Debemos conseguir una integración plena de los diferentes departamentos de la empresa y hacer que todos trabajen con un mismo objetivo, ya que en caso contrario el proceso nunca llegará a completarse. Toda la empresa debe involucrarse y aceptarlo como un bien común.
Transformación del personal a favor de la estrategia digital
Si el personal no se implica en el proceso de cambio no se producirán avances en el proceso de transformación digital. Los trabajadores deben querer utilizar los nuevos procesos y hay que observar si están satisfechos o no con ellos o bien si los encuentran tan útiles como los habíamos planificado. Un proceso de digitalización es un proceso dinámico y que puede y ha de adaptarse a los cambios que sean necesarios, de manera que la implicación del personal para mejorarlo será fundamental.
Adopción de nuevas competencias digitales
En cualquier transformación digital es necesario que los trabajadores adquieran nuevas competencias, como puede ser el aprendizaje de un nuevo ERP, por citar un ejemplo. Por ello es necesario evaluar, para cada trabajador, que aprendizaje necesitará y facilitarle la formación o la actualización de los conocimientos que le permitan una fácil adaptación a los cambios. Y, en caso de ser necesario, evaluar si hay que incorporar nuevo personal si el perfil que se precisa no se puede encontrar en los recursos humanos propios de la empresa.
Reducción de costes
Este es un indicador claro ya que cualquier empresa debe tener como objetivos la reducción de sus costes y la mejora de su productividad. Por ello hay que ver si los procesos que se están implementando reducen realmente los gastos y cuales son (ya sea en la administración, en los procesos operativos o de producción, en la parte comercial o en el servicio al cliente, por citar algunos).
La satisfacción del mercado o del cliente
La finalidad de cualquier transformación digital debe estar enfocada siempre al cliente. Para retenerlo debemos mejorar su satisfacción y hacer que su experiencia sea positiva. Si lo que estamos implementando no nos ofrece indicadores favorables en este sentido deberemos replantearlo todo.
Según Sebastià Pascual CEO de IN2 “hoy, la revolución digital en todos los sectores es un hecho ineludible para cualquier empresa. La crisis provocada por el Covid ha provocado que se acelere la incorporación de las nuevas tecnologías digitales en las empresas y nuestra empresa, Informática Industrial, está preparada para ofrecer las soluciones más adecuadas a las necesidades reales de las Pymes”.